Caleidoscopia

11 noviembre 2005

Corre, arbitro, corre!

Un equipo juvenil que agredió a un árbitro, castigado a dirigir partidos.

[...] En el partido disputado por su equipo el pasado día 1, contrariado por una tarjeta amarilla que le mostró el árbitro, arremetió violentamente contra éste. En la agresión intervinieron otros dos compañeros del equipo. [...]


Estoy convencido que los arbitros de primera división no se equivocan de mala fé (eso quiero creer, claro) pero la verdad es que son muy malos. Sin embargo, ser arbitro en las ligas inferiores es un acto de valentía. Te la juegas en cada corner, en cada tarjeta, en cada falta sañalada.

Sería bonito quer alguno de estos becerros se llevaran algún susto mientras arbitran. Así sentirían en su piel lo que es correr mientras doscientos trogloditas tratan de lincharte.

Enganchado al "Broken Sword 3" de PS2

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